Testimonio 1

Yo iba buscando una terapia transpersonal y encontré a Ana Guaita, tuve desde el primer momento una sensación de familiaridad con ella, como si la conociera de antes y simplemente confié y me puse en sus manos. Yo ya había pasado por muchas terapias distintas, pero aun me seguía sintiendo, ansiosa y deprimida, muy desorientada respecto a mi vida. Estaba diagnosticada de fibriomialgia y síndrome de fatiga crónica, tenía dolores en todo el cuerpo y no tenía ganas ni de moverme de la cama. Necesita poder profundizar en mi propio ser y encontrar las razones inconscientes que me estaban llevando a estar realmente desesperada.
Mi primera conexión fue ya muy reveladora desde la primera sesión, sentí como si me estuviera limpiando por dentro, podía liberar bloqueos que tenía desde hace tiempo, veía que había acumulado ideas que me hacían sentirme muy culpable y simplemente podía verlas y soltarlas.
En la segunda conexión, tuve una regresión espontanea a otra vida y pude entender una de las lecciones que me tocaba aprender ahora y así no volver a repetir lo mismo, una y otra vez.
En otra sesión, sentí la presencia de mi abuela, ella había fallecido hacia años, fue inesperado y sorprendente pero muy real, podía verla y notarla, ella me decía que me estaba esperando y que yo era la única que podía liberarla del sufrimiento con el que había muerto, así sentí que sucedió al terminar la sesión, ahora cuando pienso en ella la siento feliz y yo con ella.
En general ahora me doy cuenta que las conexiones me devolvieron mi capacidad de sentir que tenia anulada para evitar el sufrimiento y esto era precisamente lo que lo agudizaba, impidiéndome sentir amor hacia mi misma y hacia los demás, permitirme sentir mi dolor me llevó a poder sacarlo y darme cuenta de la fuerza interior que llevaba dentro y de todo el potencial de amor que tenia para dar.
Mi capacidad de visualizar ha ido en aumento desde entonces y eso me encanta, ahora puedo intuir cosas y percibir tanto de mí como los demás y esto me sirve para ayudar a muchas personas que ahora vienen a mi consulta.
También he ido desarrollando la capacidad de canalizar y recibir mensajes de mi guía interior, con puedo distinguir de los engaños de mi mente y la voz interior espiritual que me dirige desde la verdad.
Después de unas tres sesiones y desde la primera, de forma gradual, yo empecé a sentir mejoría de la fibromialgia y del síntoma de fatiga crónica, dejando de sentir dolor, mas energía, se me fueron los deseos de morir y me devolvió la fe y la esperanza en mi y en el resto de las personas.
Volvía recuperar la alegría de vivir, las ganas de ayudar a los demás para que no pasaran por lo que yo había pasado
También ha cambiado para mí algo importante, antes siempre me sentía sola y ahora no, incluso aunque no esté con gente, me siento bien conmigo misma. Ya no tengo miedo como tenía antes en general a todo, esos miedos irracionales han desaparecido, sobre todo miedo a vivir, ahora considero que la vida tiene mucho sentido,que merece la pena vivirla y creo que todo por lo que he pasado tiene un sentido, pues ha sido un aprendizaje para poder ahora ayudar a otros a comprender y no juzgar.
Ahora noto como si me hubiera quitado muchas cargas, muchos peso y me noto ligera, pudiendo llevar así una vida plena y feliz.
Estoy muy agradecida por todo el proceso, por todo lo que he pasado, todo que lo que he aprendido y a Ana Guaita por ofrecerme la experiencia de la conexión con mi ser. 

Estas sesiones fueron para mi , mucho mas que sanación física fueron una sanación espiritual.

Gracias a Ana que confió en mi y ha sido siempre un apoyo, me ha empujado y me ha ayudado a abrirme a mi misma y los demás, en los momentos que me veía hundida o que me volvía a caer siempre aparecía en el momento más oportuno para incluso mas allá de nuestros encuentro terapéuticos. Y ver su cariño y amor incondicional que ella siente me ayudó a confiar en las personas y a reconciliarme con el mundo.

También las conexiones me han ayudado a recuperar la inocencia y pureza que sentía en mi niñez.